Cien palabras para una vida.

Era un trabajo para una redacción escolar, una página sobre sus vidas y sus sueños, cuando el profesor terminó de leer la suya, le comentó:

– ¡Muy interesante el trabajo!, tengo que decirte que escribes con palabras que aún no puedes haber vivido, no tienes edad, pero denotan un profundo sentir.

Hacía ya más de cuarenta años de aquello, hoy, si pudiese ver a aquel profesor le diría:

-¡Querido amigo! ¡De aquellas palabras, al menos cien, no me las hubiera perdido, pero muchas otras, me hubiera ahorrado de vivirlas!

@Copyright Lola Orcha SolerImagen

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s